Finalmente, la libertad es algo que dependerá en todo momento de que cada cual “haga lo que quiera”, de ahí la sentencia ética de Savater: ¡haz lo que quieras!, sí, haz lo que quieras, pero siendo consciente de que estás decidiendo y que tendrás que responsabilizarte de las consecuencias de tus acciones. En ello consiste el carácter autodeterminante de la libertad, es decir, ser conscientes de que estamos decidiendo no de forma aparente, sino real y responsablemente.
En la actualidad ha surgido un nuevo concepto o una nueva forma de concebir a la responsabilidad con un sentido más social que individual, incluyendo en éste la globalidad de la vida humana.
La nueva visión de la responsabilidad da cuenta de nuestras obligaciones no sólo con las acciones realizadas en el pasado y en el “aquí” y en el “ahora”, sino también toma en cuenta las consecuencias de las mismas para el futuro. De esta forma se amplía el margen de imputación de las acciones en toda temporalidad y en todos los ámbitos de la vida humana. Se trata de un tipo de responsabilidad no sólo personal sino social, comprometida con el futuro de la humanidad.
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